lunes, 12 de enero de 2015

Solo un dibujo


Estamos tontos o qué ostias nos pasa? No sé por qué me sorprendo si hace tiempo que sospechaba que, efectivamente, estamos tontos. Aun así, la esperanza es lo último que dicen que se pierde y confías en que quede algo de sensatez. Pero la constatación de la realidad te hace borrar de un plumazo las débiles e ilusas expectativas en torno al género humano y te das de bruces con la estupidez imperante.
Resulta que en París había unas personas que se ganaban la vida dibujando para una revista satírica. Cada uno se gana el jornal como buenamente puede o sabe y esta gente dibujaba. Con más o menos gracia, con mejor o peor fortuna, con mejor o peor gusto, pero vaya, que dibujaban. No había más misterio. Que te molaban sus dibujos? Te ibas al quiosco y comprabas la revista. Que no? Pues te quedabas en tu casa y tan amigos.
Resulta también que hay una gente por el mundo con un humor espantoso, como de lunes por la mañana recién levantado más atasco kilométrico en las Rondas más hemorroides crónicas. Tipo Michael Douglas en Un día de furia. Es gente que se toma muy en serio a sí misma y se ríe poco. Tienen pinta de llevar permanentemente un palo metido en el culo. Es gente poco de fiar, la verdad. Tan poco de fiar que se cabrea por ver un dibujo. Se cabrea tanto que se va a la oficina donde se reúnen los infieles dibujantes y les pega un tiro y los mata. Mariconadas las justas porque encima son hombres muy hombres.
Han matado a 12 personas. Por dibujar. Por un dibujo. Porque era sólo un dibujo. Tinta sobre papel. Blasfemia, sátira, falta de respeto, mofa, lo que sea. Pero sólo un dibujo.
Me parece una barbaridad de tal magnitud y tan evidente que ni siquiera me había planteado la posibilidad de la existencia de matizaciones. Pero de nuevo la realidad me ha dado un zas en toda la boca. Porque ahora resulta que, al parecer, los doce dibujantes asesinados por tres putos locos se estaban buscando, como poco, que los cosieran a balazos. Por irresponsables. Por irrespetuosos. Por maleducados. Porque a quién se le ocurre. Es otra versión del es que se visten como putas y luego dicen que las violan. Si yo tuviera que pegarles un tiro a todos los capullos y maleducados con los que me cruzo el mundo dejaría de estar superpoblado. A mí no me gustan los gilipollas pero no los mato, no sé si me explico. Y en cualquier caso, la responsabilidad no es de los asesinados sino de los asesinos. No me cabe en la cabeza que se llegue a culpabilizar a la víctima, es como si a una mujer a la que el marido la muele a palos le dijéramos, claro, si es que le estabas provocando.
También hay otros muy serios y muy respetuosos con los demás que advierten así como con el dedo índice en alto que es que hay cosas con las que no está bien bromear. Ajá. Y eso quién lo decide? Ellos? Supongo que deben entretenerse cada noche en hacerse listas con los temas que pueden ser objeto de sátira y los que no. Curas pederastas? Sí, eso sí, es de ser muy moderno y viva la libertad de expresión. Alá? Eso no. Es de xenófobo e irrespetuoso. Miren, a mí me hace reír lo que me hace reír y no necesito que nadie venga a decirme de qué es legítimo reírme y de qué no, gracias, con mi criterio me basto y me sobro. Por supuesto que estoy en mi derecho de que no me guste que se rían de alguien o de algo, de patalear, de acordarme de su familia, de ofenderme mogollón y de no respirar, pero en cualquier caso no me creo con ninguna autoridad moral para pontificar sobre con qué se puede o no frivolizar. Sólo faltaría. Y mucho menos matar a nadie. Es que nos hemos vuelto locos o qué? Tal vez eso que llamamos respeto no sea más que miedo disfrazado de tolerancia. Porque si le tocamos los cojones a la Iglesia o a la Casa Real se quejarán más o menos, intentarán silenciarnos más o menos pero, de momento, no ha ido ningún esbirro del Vaticano a pegarle un tiro a nadie. Pero a Mahoma no le dibujamos porque somos tan respetuosos con la multiculturalidad que no queremos ofender a nadie. Claro. Y de paso no nos descerrajan un tiro en la cabeza, cosa que yo personalmente agradezco.
Pero mis favoritos con diferencia son los sesudos analistas de la cuestión islámica. Soy muy fan. Ya los veo, gintonic y cigarro de liar en mano, compadeciéndose de los pobrecitos incautos que nos creemos lo que dice la caja tonta. Y hacen autocrítica por creernos más civilizados que nadie y el ombligo del mundo, como en una especie de complejo de culpa pseudoprogre que parece que mola mucho y es de muy comprometido. Y sí, condenan el atentado pero condenan toda la violencia. Y sí, lo sienten mucho por los muertos pero nadie habla de los niños de Gaza. Y al final siempre salen los americanos que son súper malos y entrenaron a Bin Laden. Que vale. Pero me pregunto yo, qué tiene que ver Bin Laden, la CIA, los niños de Gaza y la OTAN con los dibujantes franceses y los putos locos que les han matado? Yo es que debo de ser muy inculta por creerme todo lo que veo pero que maten a niños en Gaza está muy mal. Muy mal. Y que maten a unos dibujantes en nombre de una religión también está muy mal. Porque si nos ponemos a justificar (ay no, perdón, justificar no, explicar) atrocidades no pararíamos. Y si explicamos que lo de los dibujantes es por las masacres por parte de los judíos en territorio palestino también podríamos decir que es que a los pobres judíos les dieron bastante por el culo los nazis alemanes y, en realidad, solo están reivindicando su legítimo derecho a unificarse como pueblo después de la persecución histórica a la que se vieron sometidos. Que por el camino joden a parte de la humanidad, sí, pero no les jodieron a ellos también? Pero los alemanes podrían alegar que claro, que Europa les había humillado por lo de la Primera Guerra Mundial, eran pobres, eran los malos, había hambre y poco trabajo y en esas circunstancias necesitaban a alguien que les devolviera la dignidad. Y así hasta el infinito.
No hay explicación ni justificación ni matices. Era un dibujo. Sólo un dibujo. Los dibujos no matan. Los locos sí. La culpa es de ellos. Que los locos no decidan lo que hay que decir.

Día de Reyes


Los Reyes deben de ser menos magos de lo que nos pensamos. O están ya un poco miopes después de tantos años y no lo ven todo. O realmente sí que lo ven pero a estas alturas ya se la suda todo. Sea como sea, he tenido miles de regalos molones este año. Lo que me queda claro, independientemente de si los Reyes lo ven todo o no, es que al menos me conocen. Porque llega una edad, a la que me estoy acercando peligrosamente, en que sólo hay dos caminos: hacia arriba o hacia abajo. Si vas hacia abajo los Reyes te traen una tostadora (ni siquiera tienen la deferencia de currarse una Thermomix), una colonia, un paraguas caro y, si tienes mucha suerte, un colgante con el nombre de tu hijo. Menos mal que no soy un tío porque si no me caerían calcetines y calzoncillos. Mira que yo no soy mucho de compadecerme de los hombres, pero calcetines para Reyes? En serio? Tanto les odian?
Pero mis Reyes me han hecho venirme definitivamente arriba. Como dice R. sólo me falta anunciar que me he dado por fumar maría o algo. Pero no. Al menos de momento. Así mis Reyes han dejado en casa este año cosas tan molonas como: un finde en Berlín para el mes de marzo, unas botas Dr. Martens de color lila, unas gafas de sol estampadas de flores, un bolso de topos, un vestido de estrellas, un masaje tailandés, unas Vans de leopardo y una caja con cositas pijas de Khiel’s.
Pero para compensar tanta frivolidad y ponerme los pies en la tierra, porque releyéndome veo que sólo me falta pintarme las uñas de rojo y mudarme a Williamsburg, los Reyes han considerado que me era de necesidad extrema culturizarme un poco y me han dejado también libros y música. Han caído CDs de U2, Silvia Pérez Cruz y The Smiths.
Y 3 libros que pintan fantásticamente bien:
El primero, Los surcos del azar, de un tal Paco Roca. Es un cómic que cuenta la historia de La Nueve, la Novena Compañía de la Segunda División Blindada de la Francia Libre, formada por republicanos exiliados españoles que colaboraron en la liberación de París de los nazis (http://www.astiberri.com/ficha_prod.php?cod=lossurcosdelazar).
El segundo, otro cómic, Notas al pie de Gaza, de Joe Sacco. Una recomendación de mi amigo I., de cuyo criterio me fío completamente. Notas al pie de Gaza habla de la matanza de civiles palestinos el año 1956 en la franja de Gaza (http://www.entrecomics.com/?p=43618).
Y por último, un clásico: un libro con la poesía completa de Lorca. Como dice mi cuñado, no una ni dos, no, la completa! Pero me parecía un sacrilegio llegar a estas alturas sin conocer a Lorca más que de los cuatro poemas que me hicieron leer en COU.
Tengo trabajo por delante. Prometo contaros si valen la pena.
Y por lo que respecta a mí, me queda todo un año de portarme muy bien para que los Reyes del año que viene se porten igual de bien que este.