martes, 4 de noviembre de 2014

Un martes cualquiera



Hoy. 7.45 de la mañana, en la ducha. Me viene de repente a la cabeza que hace quince días de mi revisión ginecológica y no sé nada de la citología. Si no hay noticias son buenas noticias, me digo. Me olvido del asunto y empieza el zafarrancho matinal de costumbre: despertar al hijo ratón, que hoy por poco tengo que avisar a los del RACC para que vengan a arrancarlo de la cama, vestirlo, ponerlo a hacer pis, pelearnos porque no quiere llevarse el paraguas al cole (es que me lo van a quitar, mamá...¿a qué colegio va mi hijo, al Bronx?),  pelearnos otras vez porque no quiere el chubasquero, salir a la calle en mitad del diluvio universal, dejarlo en el cole, acordarme de pasar por secretaría a firmar la autorización para que le enchufen el ventolín y, aun estando muy tentada de volverme a mi casa y meterme en la cama con un libro, llegar al despacho en un estado razonable de buen humor.
Más tarde. 11.45 de la mañana, en el despacho. Miro el móvil y veo una llamada perdida de un número desconocido. Marco el número del buzón de voz para escuchar el mensaje que me han dejado. "Hola, soy Fátima, de la consulta ginecológica". Dejo de prestar atención mientras me hago una nota mental para acordarme de pedir cita en el notario para redactar el testamento. "Cuando puedas me llamas que te tengo que comentar una cosa de la citología. No te asustes". No puedo asustarme porque tengo la mente ocupada pensando en las palabras que voy a escoger para escribir mi epitafio. Llamo. "Fátima, que me has llamado por lo de la citología". "Ah, sí, hola guapa, nada, que tendrías que venir porque la citología te ha salido alterada. Resultado inflamatorio, dice el informe". ¿Inflamatorio? ¿Y qué mierdas es eso? "No te preocupes, te pondrán un tratamiento y te repetirán la prueba en un par de meses". ¿Cómo que me repetirán la prueba? ¿En un par de meses? ¿Estamos locos o qué? No puedo esperar dos meses, si no me muero del inflamatorio ese me voy a morir de un infarto. "Ven esta tarde a las 3".
Nomireseninternet, nomireseninternet, nomireseninternet. Miro en internet. Cuello uterino inflamado. Células atípicas precancerosas. Mucha jerga médica. Por lo poco que entiendo me parece deducir que es una infección generalmente provocada por folletear con mucha gente distinta. Vamos, no me jodas. Ahora resulta que voy a tener una enfermedad de transmisión sexual sin pasar por la parte divertida. Pero qué clase de timo es este? Que me devuelvan mi dinero. Si voy a tener una enfermedad provocada por el pendoneo, qué menos que reclamar mi cuota de pendoneo. Que al menos compense, no? Se lo cuento al amantesposo y pone cara de funeral (y eso que lo del pendoneo no se lo he contado que ya se sabe cómo son los hombres para estas cosas). Dice que me acompaña al médico.
A las 3 en punto estamos en la consulta. No me va a atender mi doctora sino otra a la que no conozco. Claro, seguro que es una especialista que ha venido expresamente de los Estados Unidos para estudiar mi caso. Me preparo para lo peor. Y va y resulta que tengo hongos. ¿Hongos? ¿En serio? ¿Hay algo menos glamouroso que tener hongos? Me manda un tratamiento de tres míseros días. Vamos a ver, o sea, llevo todo el día pensando en convocar un casting para encontrarle una nueva madre al hijo ratón y una nueva amantesposa al amantesposo y tú me mandas un tratamiento de 3 días porque tengo hongos? Y encima ni siquiera me tengo que repetir la prueba. Hombre, por favor, si esto no es reirse del legítimo miedo de los hipocondríacos, que baje Dios y lo vea.
Muy indignada, me hallo.
Por cierto, malpensados, los hongos me los ha causado el estrés. Que es que tengo que aclararlo todo.


2 comentarios:

  1. He, he... vamos que si a las 14:45 te dicen que son quintillizos y dos van a nacer de nalgas, tú hasta te alegras. De todas formas, me hacía más gracia el bebé que las setas, aunque los hongos, contrariamente a lo que crees, siempre son glamourosos, menos en los pies porqué huelen a choto. Tú te crees que Madame Bovary no tuvo los suyos? O Lady Di? Los hongos son glamourosos, en cualquier caso.

    ResponderEliminar
  2. Coincido con Marga.....tener champis va de serie por ser mujer...

    ResponderEliminar