Lo compramos todo

Shakira ha sacado un videoclip grabado en Montserrat y los catalanes nos hemos vuelto idiotas.

A ver si me sé organizar para que se me entienda. Shakira es una chica colombiana muy famosa y no muy fina que canta como una gata en celo y baila contoneándose en plan provocativo. Como la muchacha fea no es y supongo que ha estado bien asesorada es, desde hace mucho tiempo, una súper estrella internacional aunque no me imagino ninguna de sus canciones incluida en una lista de los 100 mejores temas de todos los tiempos dentro de 50 años, francamente. A mí personalmente me resulta bastante cansina pero allá cada cual con sus gustos. Por supuesto que aquí, los sesudos seguidores de Antonia Font, Els amics de les arts y Manel condenaban al ostracismos más absoluto a cualquiera que osara admitir que un día, sin querer, con el atenuante de un par de cubatas de garrafón de más, había bailado una canción de Shakira en una boda. Los catalanes jugamos en otra liga.

Shakira, además de estar buena y cantar mal, tenía un novio argentino con melenita, Antonio de la Rua, con pinta de psicoanalista dando la brasa full time  entre sorbo y sorbo de mate pero parecía que les iba bien porque llevaban la tira de años juntos y se les veía en saraos varios, él con su melena y sus carrillos de hámster y ella con sus vestidos de Norma Duval y su pelo frito.

Llegó el mundial de fútbol de Sudáfrica, la moza se encargó de la canción oficial y allí estaba ella tan ricamente con sus canciones y sus meneos cuando, de repente, su mirada se cruzó con la mirada de Gerard Piqué y saltaron chispas de amor, lo cual demuestra que Shakira, cantar, cantará mal, pero no tiene ni un pelo de tonta. Gerard Piqué es un chaval muy catalán que juega al fútbol en el Barça y que se encontraba casualmente en Sudáfrica jugando, sacrilegio de sacrilegios, con la selección española. Como a España le estaba yendo inusualmente bien en el mundial Piqué y Shaki tuvieron mogollón de tiempo para seguir con sus chispas de amor y sus cositas.

Termina el mundial, Shakira se vuelve a su casa, ve a Antonio y le dice, mira Antonio, rey, que si eso te vayas buscando sitio, ¿vale? Que eres muy majo y muy argentino y muy intenso pero es que es Gerard Piqué. Se ve que Antonio no se lo tomó muy bien y, francamente, no lo entiendo. A ver, que es Gerard Piqué, Antonio, eso no cuenta como cuernos. Si Gerard te hace una proposición la aceptas y punto, una chica tiene que hacer lo que tiene que hacer.

Total que Shakira se instala en Barcelona con Piqué y parece que ya le vamos cogiendo medio cariño, ¿verdad? Hasta parece que ya no canta tan mal. Incluso algún valiente se atreve a ponerse el CD en el coche cuando no lo ve nadie. Porque un día está en la pizzería de al lado de casa, otro día te la encuentras en el Fnac, otro comiendo calçots en Valls…y los catalanes, que lo compramos todo, le vamos poniendo ojitos.

Y, por fin, llega el golpe maestro. Shakira saca un nuevo disco y no sólo graba un videoclip en Montserrat, símbolo de la máxima catalanidad, no, sino que además, sabe tocar la fibra de los treintañeros y cuarentones catalanes y versiona Boig per tu y encima en catalán!! Si es que no podía fallar. Vale, ahora voy a decir algo que hará que miles de catalanes se desplacen a mi casa para clavarme palillos debajo de las uñas, pero Boig per tu es una de las canciones más sobrevaloradas de la historia. A ver, que yo le tengo cariño y tal, eh? Que quien más quien menos se ha dado sus primeros morreos en un cuarto oscuro con Boig per tu de fondo y entiendo la nostalgia que pueda provocar, pero la canción, admitámoslo, tampoco es para desmayarse, a no ser que te dé un coma diabético de tanto escucharla. Y versionada con los aullidos de Shakira ya ha de ser la bomba. Pero lo hemos vuelto a comprar, mucho presumir de seny pero en el fondo somos unos facilones. De repente Shakira es súper molona y nos acompaña en la causa y ya se pueden poner sus CD a la vista, al lado de los de Lluís Llach y los de Albert Pla. Y su música ha mejorado muchísimo, dónde va a parar.

Hay que ver lo que hace un buen marketing. Pero vamos, que no me hagáis mucho caso. Probablemente lo que me pasa es que tengo envidia porque ella se trajina a Gerard Piqué y yo no.